El gravel tiene algo de especial, algo que llama la atención a propios y extraños, a ciclistas veteranos y puristas o a recién llegados que nunca antes habían pensado en el mundo de las dos ruedas. Lo cierto es que la bicicleta de gravel está de moda y eso nadie lo puede negar.
Desde hace años se corre cyclocross en buena parte del mundo, con lo que las bicicletas de carretera con ruedas de tacos para andar por el monte no son ninguna novedad. Digamos que, han rediseñado el concepto, las bicicletas y la disciplina. Pero sin duda, estos tipos son unos genios: Han dado en el clavo. Todos queremos una gravel, no sabemos muy bien para qué, pero la necesitamos, nos atrae poderosamente y quizá nunca lleguemos a usarla, pero la queremos. Es un concepto, un estilo de vida y una filosofía ciclista muy parecida al rollo del surf o el skate. Fomenta la comunidad, el slow cycling y el vivir la experiencia de rodar con tus colegas por senderos interminables.
La historia está muy bien. El marketing de las marcas (entre las que Mooquer se incluye) está genial. Pero….¿Es el gravel para todos?
– Por qué no me compraría una bicicleta gravel y por qué sí
Lo primero que pienso es en el uso que podría darle a la bicicleta de gravel. Quizá me compraría primero una gravel de segunda mano para probar realmente su función, pero lo cierto es que en Asturias se me antoja complicado. Sí, muchos de vosotros me diréis que la usáis sin problema por Asturias pero depende de la zona en la que vivas es más complicado que en otras.
Por ejemplo, me niego a coger el coche para salir en bici y buscar una ruta gravel. Lo siento, no vivimos en una gran ciudad, por tanto, olvídate de ese trámite. Salgo en bici, vuelvo en bici.
Otro punto negativo a tener en cuenta es el desarrollo con un monoplato. Me parece realmente escaso para las pendientes que hay en Asturias. Puedes subir un repecho de un 25% un día, pero si lo que quieres es hacer una ruta de 40 ó 50 km con la gravel sin tocar la carretera, en Asturias es imposible. Hay subidas sí o sí. Así que, la otra opción es estar bien en forma o comprar una bicicleta de gravel eléctrica.

Además, aunque nos vendan que puedes bajar trialeras, saltar cortados y rodar muy rápido por el monte, no debes de olvidar que llevas una bicicleta completamente rígida y la geometría no es especialmente de XC. Sí, también me diréis que John Tomac bajaba por la copa de mundo de DH con un manillar de carretera…Pero yo no son John Tomac.
– Donde está la gracia de la bicicleta de gravel
A muchxs de vosotrxs les sonará familiar lo que voy a decir: La clave está en tener otra segunda bici, ya sea de MTB, de carretera o de enduro. ¿Por qué? Muy sencillo, porque el concepto gravel está hecho para el disfrute. Para desintoxicar de las mismas rutas que haces en carretera o monte y despejar la mente con la bicicleta de gravel. Pasarlo bien por un día, dejar de lado las prisas, los wattios y los entrenamientos.
El concepto gravel es otro rollo.
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En mi caso, creo que la usaría a medio camino entre una bicicleta de carretera y una de gravel como tal. Teniendo dos juegos de ruedas con dos desarrollos y cubiertas bien diferentes. Uno más rodador, con cubierta lista y piñones pequeños Otro, con cubierta igual de ancha que una de XC y piñones más grandes.
Le veo muchos beneficios al gravel, especialmente para aquellos (nuevos) ciclistas que no quieren complicarse la vida con bicis diferentes.
– No es lo mismo el gravel en una zona que en otra
Supongo que habrás visto cientos de fotos y vídeos en las redes sociales de grupettas en gravel por diferentes partes del mundo. Yo también. Y sí, se me ha despertado algo en el interior que me ha dicho “Compra una gravel” “Necesitas una” “Esas bicis molan” pero lo cierto es que de la expectativa a la realidad hay un mundo.


Lo primero que deberás de pensar es en las zonas que puedes encontrar cercanas a tu casa para rodar. Planea rutas de diferentes kilómetros y dificultades para hacerlas con la bici de MTB si tienes. Luego, piensa y madura si pasarías por ahí con una bici completamente rígida.
Y por último, ten en cuenta que las bicicletas de gravel que ves por internet suelen sobrepasar los 6.000€. Sí, las hay baratas, pero van a pesar lo mismo que una viga de acero.
Con lo que ten muy presente: Expectativa vs Realidad. Recuerda que Gravel viene de “Gravilla” no de trialeras y cortados.
Firmado: Un amante del cyclocross y seguramente poseedor de una gravel en los próximos años.
Pues me acabo de comprar una gravel después de toda una vida de bici de montaña…ya veremos como sale el experimento.
WOW! ¿Y has vendido o dejado la bici de MTB?
Pues ya nos contarás dentro de unos meses a ver qué tal. A mí, me siguen flipando cada vez más.
Un abrazo fuerte y muchas gracias Jesús,
Borja
Ride & Style