Llevo casi 25 años en bici y tengo que reconocer que los últimos 10 han sido los peores. Los peores a nivel de motivación y rendimiento. Quizá, coincide que desde hace 3 fundé Mooquer, la marca de ropa de ciclismo más elegante y con más estilo del planeta. Desde hace 8 tengo hijos. Start Ups, compromisos, eventos y por el medio, el COVID. No sé, digamos que a un lado tenía la bici, todos los complementos y accesorios posibles, un entorno de ensueño (Asturias) y una buena grupetta. Lo tenía todo. Pero en la otra mano (in the other hand, como dicen los ingleses) tenía muy poco tiempo para salir. Y para qué engañarnos, muy poca gana.

¿Otra vez a los mismos senderos? ¿Otra vez al mismo monte? ¿Otra vez a llenarme de barro? ¿Otra vez la Cannondale Scalpel a revisión de amortiguador y basculante? Un bluf
Precisamente, cuando nació mi primer hijo vendí mi bici de carretera, por aquello de lo que podría pasar…Algo absurdo porque pasar, te puede pasar en tu casa durmiendo. Pero después, cuando Cris y yo fundamos Mooquer, vendí mis bicis de Cyclocross. Me quedé sólo con la de monte pensando que sería suficiente, pero mi cabeza petó. Y mi cuerpo. No tenía gana de montar ni tampoco me motivaba ya nada. Empecé a practicar otros deportes porque ni las carreras, ni las marchas de MTB me atraían. Como no tenía tiempo, tampoco entraba, lo pasaba mal y me agobiaba. He competido durante más de 15 años y mi cabeza estaba en modo racing, pero mis piernas, en modo soffing.
– Comprar una bici de gravel barata. El objetivo y la salvación
Entonces, hará como unos dos años descubrí que en el norte de Europa estaban poniéndose muy de moda unas bicis parecidas a mis queridas bicicletas de cyclocross, aquello se llamaba Gravel. Y digan lo que digan, quién de verdad las puso de moda fue Specialized. Como casi todo, como la rueda de 29, las dobles, etc.
Me llamaban mucho la atención, por los pasos de rueda, las cubiertas anchas, el freno de disco, ese manillar extraño y me picó la curiosidad. No te engaño, empecé a ahorrar muy poco a poco pensando en comprarme algo barato para arrancar y probar, aunque, ya sabía que me encantaría.
Salía con la de monte y pensaba en la bici de gravel. Rodaba en carretera y pensaba en la bici de gravel. Las últimas 20 cuentas que hemos seguido en Mooquer han sido de ciclistas que montan en gravel. Mi cabeza sólo veía gravel. Por un tubo.
¿Mi objetivo? Comprar una Megamo Jakar de aluminio para probar. Han sido dos años juntando euro a euro. Céntimo a céntimo. Te recuerdo, que entre medias estamos creando una de las mejores marcas de ropa de ciclismo del mundo, Mooquer, y eso consume muchos recursos. Cuando digo muchos, son muchos ¡Como para pensar en una bici de gravel de 4.000€!
– Por fin llegó el día
Se unieron varios factores, pero el principal es que en mi bici no iba nada cómodo. 3 años con molestias, con dolores de espalda y rodillas, cuando nunca en más de 20 años he tenido ningún dolor. Compré la Scalpel en talla L e indudablemente tenía que haber comprado la XL. Por eso, tomé la decisión de dejar de invertir en ella y comenzar a vender todo lo que no quería. La venta de las ruedas Hollowgram de carbono fue decisiva ya que en ese momento comencé a buscar por Wallapop bicis de gravel.
Siendo honestos, no me encajaba ninguna. La Megamo Jakar 30 de aluminio puedes encontrarla nueva por menos de 1.300 euros y en Wallapop no baja ninguna de 1.000. No iba a pagarle a nadie 300 euros menos por una bici usada. Por ello, la descarté por completo y busqué otras alternativas. Pronto encontré, la que nunca me hubiera imaginado comprar, una Rose BackRoad.
– Mis primeras tres salidas con la bici de Gravel
Me he enamorado de nuevo del ciclismo. Tengo que reconocerlo, ha sido volver a los orígenes. Realmente una bici de gravel no tiene nada pero lo tiene todo. Es una bici que no es específica de ningún terreno, no vale para nada, pero a su vez, sirve para todo. A mí, personalmente me ha permitido reencontrarme con las sensaciones de una bici rígida de monte. Con una bici rápida como la de cyclocross. Me ha permitido salir de nuevo a la carretera y rodar mucho más rápido que con la bici de monte. Y en el monte, o en los caminos, pues se comporta como una rígida. Sin más. No voy a adornártelo, sólo han sido tres días, pero es obvio que las bajadas las haces más despacio que con la bici de MTB. Las subidas y el llano es otra cosa y depende mucho del terreno y la zona.
Aún es pronto y tengo que hacer muchos ajustes finos a la postura, montar tubeless, probar diferentes cubiertas y demás, pero por ahora, sólo puedo decirte que si estás pensando en comprar una bicicleta de gravel, no lo dudes. No te arrepentirás.
– El Gravel en Asturias
Muchos de mis conocidos y amigos me decían que estaba loco, que no comprase una bici de gravel para montar en Asturias porque aquí no hay rutas de Gravel. Y creo que es un error de concepto, el Gravel está aún encontrándose y no hay un sólo tipo de Gravel igual que no hay un sólo tipo de bicicleta de carretera. Lo que sí es cierto, es que en Asturias no encontrarás senderos y pistas de cientos de kilómetros sin tocar carretera, pero la gracia está ahí, en la mezcla. En hacer un puerto y subirlo por pista pero volver rodando por carretera. En rodar por una senda costera con arena viendo el mar en Llanes y meterte luego 80 km de carretera para volver a casa. Esa es la esencia. La aventura. El rodar sin prisa. La experiencia de la bici y la licencia que te da una bicicleta que se adapta a casi todo. A cualquier plan, porque mi concepto de Gravel se acerca mucho al disfrute pleno que sentí cuando descubrí que los sábados podía salir con un montón de locos a montar en bici por el monte con 12 años. Eso es lo que ha despertado la bicicleta de gravel en mí.
¿Y tú? ¿Sientes lo mismo? ¿Cómo ves el Gravel? ¿Moda o nueva modalidad?
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